Conozco a mi "entrenadora de fútbol", Priscila, desde hace un mes más o menos; la verdad es que Priscila muchas veces siente que no tiene idea de lo que hace, hay días en que se siente tan perdida como entrenadora que lo único que quisiera es dejarnos alineadas y correr lo más lejos que pueda. Pero lo único que la detiene es el gran amor y compromiso que pone en todo lo que hace.
Es una chica demasiado perfeccionista, y aunque le encanta equivocarse, siempre halla la manera de enmendarlo; vive riendo y hablando todo el día; y a pesar de todo lo bueno o malo que le haya pasado, si de algo me he dado cuenta, es de la sonrisa que siempre te regala.
Un fin de semana después de los entrenamientos, nos invitó a su casa y apenas entre, le pregunté por su cuarto, me quede fría porque esperaba algo mucho más simple y ordenado; fotos de su familia, amigos, infancia, uno que otro recorte sobre temas como el "Pop Art", que según ella adora pero en realidad no entendí bien de lo que se trataba. Cuando le pregunté porque había pegado y colgado todo eso en su cuarto, (cuando en realidad lo que me preguntaba era si ese desorden tenía algún significado), me contestó con mucha seguridad "Habemos personas en este mundo que entre todo ese desorden podemos ver las cosas con mas claridad".
Y es que Priscila, a pesar de sus defectos y virtudes, siempre ve la vida, CADA DÍA, desde otro punto de vista. Desordenada, descomplicada pero sabe lo que quiere. Y aunque en 4 párrafos sea difícil de describirla, hay algo de lo que estoy segura, y es que Priscila como "entrenadora", es ¡muy buena publicista!
Esta descripción dice bastante de ti y me gusta como termina. Buen ejercicio.
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